domingo, 1 de septiembre de 2019

LA PIEDRA DE LA IGLESIA


 #CONSTITUCIÓN

Existe en la costa de la ciudad de Constitución una roca ahuecada gigantesca con forma de iglesia que tiene un túnel que la cruza de lado a lado. A este sólo se puede ingresar en algunas épocas del año, pues las costas maulinas se caracterizan por su oleaje bravo, enfurecido, como si el mar quisiera capturar y envolver en sus aguas a los incautos. El túnel se ampliaría en su interior formando una bóveda, parecida a las de las iglesias, que permitiría una muy buena acústica.
La historia más famosa en torno a ella cuenta que, uno de los tantos pescadores de la zona, se encontraba laborando frente al sector, cuando, a lo lejos observó una singular luz que se dirigía al arco de ingreso de la gran roca por la playa. Con sorpresa, notó que tras el fulgor, multitudes de luces repetían el acto desde todas direcciones. Estupefacto, vio que, a unos metros de distancia de su bote, la figura de un hombre salía desde las profundidades. ¡Son ánimas!- dijo el pescador.

Mientras seguía observando la reunión que tenía por sede ese limbo entre el mar y la tierra llamado Piedra de la Iglesia, apuró el bote a las cercanías con el objetivo de huir, pero tal fue la sorpresa, al ver que ningún alma lo advirtió, es más, parecían indiferentes frente a su persona.
Después de que todas se reunieron, y el nublado atardecer pasó a convertirse en una oscura noche invernal, un sonido alucinante, proveniente de la roca se oyó, eran las almas de los fallecidos en el Maule que cantaban alegorías convertidas en una sola voz, que hipnotizaban al espectador.
Extasiado por lo que oía, el pescador estuvo alrededor de una hora, mirando desde lo lejos la roca de la que emanaba el sonido celestial.
Una vez terminado, todo se silenció, no había más que ruido de aves y el choque constante de las violentas olas con la playa.
No pasó mucho y, las mismas luces que había identificado en el bote, comenzaron a salir en todas direcciones, perdiéndose pronto de la vista.
Entre su letargo y despertar, volvió en sí, no pudiendo dar crédito a la experiencia vivida.//OA

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