domingo, 1 de septiembre de 2019

EL SALTO DEL SOLDADO


#LOSANDES

Entre los vecinos de la Villa Santa Rosa de Los Andes, puertas adentro, se comentaba aún lo dolorosa de la batalla perdida. La Patria vieja llegaba a su fin y el ejército patriota cruzaba con lo puesto la Cordillera.  Tras el desastre, algunos habían arrancado desde Rancagua a la Villa y eran perseguidos por escuadrones realistas que los superaban en número. Los soldados de José Miguel Carrera se parapetaron en la ladera de Los Papeles, desde donde enfrentaron las arremetidas españolas en la batalla del mismo nombre. Fueron horas de sangrienta lucha que redujeron los escuadrones criollos, pero que pudieron ser más, si no es por la ayuda que brindaron otros soldados que se cruzaron en el camino del ejército realista, y los retrasaron.
Imagen: Robert Cutts.
Finalmente un grupo importante logró escapar. Pero hubo un soldado patriota que, por circunstancias del destino se separó del grupo y se retrasó. Esta situación fue advertida por los bandos realistas, que al verlo, fueron tras él. El criollo, al darse cuenta, y decidido a reunirse con su grupo, emprendió velozmente el escape por los pedregosos  senderos. Iba ágil y raudo, cuando notó que a unos cuanto metros, se abría un acantilado. En su desesperación, y al notar que sus captores estaban cada vez más cerca, decidió saltar, y en un esfuerzo sobrehumano alcanzó el otro extremo,  logrando su objetivo.
Los españoles que lo seguían, atemorizados ante semejante precipicio y  atónitos al ver la proeza  del patriota decidieron no seguirlo.
Semanas después empezó a rondar entre la gente de la Villa Santa Rosa de Los Andes la leyenda del intrépido soldado que escapó de las garras de los españoles.
Hoy puede visitar el lugar, pero las dimensiones del salto cambiaron, volviendo imposible la repetición de semejante hazaña, pues, por efecto del viento, el agua y la acción humana, se ha erosionado gran parte del mismo, que al momento del salto tenía tres metros de distancia, mientras que hoy son diez metros los que separan la vida de la muerte. //OA

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