#QUILLOTA #LACALERA #LIMACHE
El descubrimiento de túneles subterráneos de alrededor de
cuatro kilómetros de extensión en la ciudad de Limache, que conectarían a la
casa de la familia Eastman con la maestranza, el fundo Urmeneta y la Ex fábrica
CCU, entre otros lugares, pone en el tapete una leyenda urbana muchas veces
escuchada, pero jamás comprobada en las ciudades vecinas. Son interesantes los
relatos que se comentan sobre la existencia de éstos.
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Ilustración: Colectivo Cultural Pelícano |
A continuación comentaré una breve descripción que se hace
sobre las tres ciudades y sus túneles. Corresponde partir por lo comprobado.
Durante el año 2016, la región se revolucionó con la noticia de la existencia
de estos corredores ocultos que atraviesan la ciudad de los tomates.
Investigadores de la Universidad Adolfo Ibáñez se encargaron de revisar las
características de estos pasajes subterráneos para investigar el real uso que se les daba.
Los resultados apuntaron al uso como canal de regadío, a pesar de que no habrían alcanzado a utilizar.
También se levantaron otras teorías, como por ejemplo la del uso de éstos para
el traslado de trabajadores de la Hacienda de Limache e incluso otra que
plantea el almacenamiento de armas en ellos.
En el caso Quillotano, las referencias de estos túneles
tienen distintas variantes. Siempre el eje es el centro de la ciudad. Algunas
personas hablan sobre una extensa red
de pasadizos que conectarían las Iglesias Santo Domingo,
San Francisco de Asís, San Martín de Tours(Ex La Matriz) y San Pedro Nolasco
(Ex La Merced), más la antigua capilla del Instituto Rafael Ariztía, el Colegio
Nuestra Señora del Huerto, una casaquinta en la calle Simón Álamos, algunas
casas en calle Merced, calle Bulnes, la Finka Andonaegi y por el otro extremo,
la hoy desaparecida casa de Los Locos (donde está emplazado un supermercado en
la Calle Condell). También hay gente que señala que incluso llegarían a la
misma Virgen del Cerro Mayaca y de ahí a una cueva en la cara del cerro que da
al río (Que sería el lugar donde vivió el Loco Eustaquio).
Un habitante de la calle 18 de septiembre, a los pies del Mayaca,
afirma que, al construir una ampliación en su casa y excavar la tierra para
preparar el terreno, se encontró de pronto con un derrumbe de tierra y
ladrillos. Asustado por creer haber roto alguna clase de instalación de
alcantarillado, decidió tapar todo con cemento. Junto con esto se perdió la
posibilidad de por fin dar con los esquivos túneles.
Otras versiones de esta construcción atribuida a los
jesuitas presentes en la época colonial chilena, da como ubicación la Ex
escuela 2, República Argentina, hoy llamada Roberto Matta. Los túneles estarían
tapados con madera y se encontrarían en lo que hoy es el gimnasio. Bajo el
mural de Gabriela Mistral (desconozco si aún existe), en el escenario del
salón. La aseveración tiene sentido considerando que en la proximidad se
encuentra la iglesia Santo Domingo.
Respecto del uso que se les daba, las alternativas son
variadas. Una de estas plantea que eran puntos de comunicación para facilitar
la conexión religiosa y la posterior aparición de “milagros”; como queda de
manifiesto en el libro de Silva Bijit, “Apuntes para la Historia de Quillota”, donde
se plantea que se intentaba engatusaba a los fieles asistentes a las ceremonias
de iglesias quillotanas trasladando las figuras de los santos y vírgenes desde
una iglesia a otra, sin llamar la atención. Así, la gente le otorgaba un
carácter milagroso a la aparición de estas figuras en varias iglesias con
diferencia de minutos.
Hay una historia un poco más oscura en relación a ellos, que
habla de religiosos de la época colonial que ocupaban el lugar como puntos de
juerga y donde llevaban a cabo lo que sobre la superficie no se condecía con su
papel eclesiástico. Además de ser el lugar donde escondían algunas de las
tantas riquezas que tuvieron que dejar antes de la expulsión de América de los
jesuitas, acaecida en 1767.
En relación a La Calera, la descripción de estos pasadizos
relaciona a dos instituciones educativas de la ciudad, como lo son el Liceo San
José y el Colegio Teresa Brown de Ariztía, que curiosamente están separados por
la plaza Cemento Melón, que tiene al
frente, la Parroquia San José, por lo
que las referencias perfectamente podrían tener asidero. Estudiantes y ex profesores del Liceo Industrial Oscar
Corona Barahona también comentan la existencia de túneles que conectan la
institución educativa con la iglesia antes nombrada. La diferencia es que el
trecho entre ambos lugares es mucho mayor y por lo tanto lo vuelve en algo más
improbable, aunque no imposible.
Pasará el tiempo y las historias seguirán alimentando la
curiosidad, hasta que el crecimiento urbano desmitifique la existencia de
túneles. Por lo pronto, a esperar y estar atentos a las referencias. Quién sabe
si es usted quien hace el hallazgo.//OA
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